
jueves, 13 de agosto de 2015
llueve,llueve,llueve!
Aplastamiento de las gotas
Yo no sé, mirá, es terrible
cómo llueve. Llueve todo
el tiempo, afuera tupido y gris,
aquí contra el balcón con
goterones cuajados y duros,
que hacen plaf y se aplastan
como bofetadas uno detrás
de otro qué hastío. Ahora aparece
una gotita en lo alto del marco
de la ventana, se queda
temblequeando contra el cielo
que la triza en mil brillos apagados,
va creciendo y se tambalea,
ya va a caer y no se cae,
todavía no se cae. Está prendida
con todas las uñas, no quiere
caerse y se la ve que se agarra
con los dientes mientras le crece
la barriga, ya es una gotaza que
cuelga majestuosa y de pronto
up ahí va, plaf, deshecha, nada,
una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran, me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.
Julio Cortázar

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